Si tienes un trastorno de ansiedad o depresión lo que nunca debes hacer es utilizar el alcohol como ansiolítico o antidepresivo.
En España el alcohol es una droga socialmente aceptada, de curso legal, de fácil acceso y asequible. Beber está asociado a un sinfín de acontecimientos y en contextos de ocio existe cierta presión social para hacerlo. Pero a la vez existe una falta de información sobre los problemas que puede ocasionar a cualquier persona que este padeciendo ansiedad o depresión, para ellas el alcohol es, literalmente, veneno.
Ya sé que en días calurosos (como hoy) sienta muy bien una cerveza fresquita, y para un adulto sano esto no tiene mucha más trascendencia. Pero, ojo, el hecho de tomarse una cañita, una copa de vino o lo que sea, no es bueno. Es posible que en este momento estés pensando: pero si yo siempre he escuchado que beber una copa de vino tinto a la comida es buenísimo. Pues va a ser que no. ¿Conoces el caso de alguna persona que no beba y que haya ido al médico y que éste le dijera, pues beba hombre/mujer, beba? ¿Verdad que no? Ningún médico o psicólogo recomienda beber alcohol a nadie porque no tiene nada de positivo. Eso de las bondades del vino no son más que falsas creencias. Se lo dijo un médico/a al vecino del cuñado de mi compañera de trabajo el año pasado; siempre lo he oído; etc. Sí, y de pequeño/a creías que los Reyes Magos existían porque también te lo decían…
Mitos
Hay un montón de mitos sobre las supuestas propiedades beneficiosas de las bebidas alcohólicas que, obviamente, no tienen:
- ayuda a dormir
- te activa
- sirve para afrontar mejor los problemas
- ayuda a olvidar las penas
- aumenta la potencia sexual
- etc.
Pa-pa-rru-chas.
Espirituosos, ansiedad y depresión
Es cierto que el alcohol puede ayudarte a relajarte, a quitar la tensión y hacer que te sientas bien momentáneamente. Pero si estás atravesando un problema de ansiedad o depresión puede que, sin darte cuenta, estés usando el alcohol como una “medicina” para tranquilizarte o sentirte un poquito más animado/a. Sin embargo el alcohol tiene un reverso tenebroso, aparentemente te sienta bien, pero al día siguiente hace que te sientas más deprimido/a o te provoca un rebote ansioso. Bebiendo lo que hace es empeorar el problema y generar un círculo vicioso de difícil salida. La sintomatología ansiosa o depresiva con la ingesta de alcohol disminuye un ratillo, pero luego vuelve con mucha más fuerza y para aplacar el malestar consumes de nuevo alcohol y así es problema se mantiene hasta el infinito y más allá y, lo que aún es peor, se agrava.
¿Estás usando el alcohol de forma inadecuada?
- ¿Bebes a diario porque crees que te sienta bien o realizas una gran ingesta de alcohol los fines de semana?
- ¿Bebes varias unidades alcohólicas en casa, a solas, para relajarte?
- ¿Has tenido problemas en tu trabajo o en tus relaciones sociales por el consumo de alcohol?
- ¿Piensas más de la cuenta en beber?
- ¿Buscas cualquier excusa para beber?
- ¿Algún familiar o amigo/a te ha dicho que estás bebiendo demasiado?
Si has respondido a varias preguntas con un sí, creo que deberías recapacitar un poco sobre la relación que tienes con el alcohol…
Recuerda
Beber alcohol para calmar la ansiedad o la depresión es una «solución» de alto riesgo. La mejor opción es, sin duda, buscar ayuda profesional.
La psicoterapia y otros tratamientos para la ansiedad y depresión son muy efectivos, pero es necesario eliminar el estigma de que al psicólogo solo van los locos/as.
Psicólogo Lugo
Janet Díaz