La ruptura amorosa durante las vacaciones, o justo después de ellas, es más habitual de lo que se cree: una de cada cuatro parejas entran en crisis o se separan.
¿Por qué ocurre?
Lo más habitual es que durante las vacaciones los/as miembros de la pareja pasen más tiempo juntos/as que el resto del año. Esto no es malo per se, pero la tragedia se masca cuando se arrastra una situación complicada de muchos meses, o incluso años.
A veces tenemos muy buenas intenciones vacacionales: irse por ahí con la idea de arreglar las cosas, pero con frecuencia nos damos cuenta de que ya no podemos, de que no hay ya nada que reparar.
La temida ruptura en vacaciones aparece cuando no nos esforzamos por mantener viva la relación el resto del año. Con el ajetreo del día a día, horarios, rutinas, niños/as, etc. Apenas hay tiempo para reflexionar o hablar, y ya ni te cuento si cada uno/a trabaja fuera de casa con horarios infames. Por la noche llegamos a casa cansados/as, no nos apetece hablar (sobre todo de temas importantes) y ponemos la televisión o miramos el teléfono con la única intención de distraernos y desconectar. En muchas ocasiones no nos paramos a analizar como está la salud de nuestra relación y seguimos con esa persona por pura rutina. Sí, hay muchísimas relaciones que se mantienen “gracias” a la costumbre de tener a fulanito o menganita al lado y cuando por fin tenemos tiempo para pasar juntos/as… Nos aburrimos, no tenemos nada de lo que hablar, discutimos constantemente y, en resumidas cuentas, detestamos estar con esa persona.
¿Las vacaciones causan la ruptura de pareja?
Por supuesto que no. La ruptura que se da en vacaciones ocurre porque la pareja ya estaba mal antes, solo que no nos habíamos dado cuenta de que la situación estaba tan mal (o no queríamos o no podíamos verlo).
La rutina, el no hacer cosas juntos/as (no solo hacer la compra, pagar facturas, criar a los/as hijos/as, etc.), la falta de comunicación, la poca intimidad o las relaciones sexuales escasas sí explican las separaciones. Y es que no cuidar de la pareja en el día a día, no buscar ni dedicar tiempo de calidad a la relación, es la semilla de la ruptura en días de asueto. La relación debe cuidarse a lo largo del año, estemos o no de vacaciones, que luego vienen los lamentos…
Psicólogo Lugo
Janet Díaz