El amor es un concepto tan amplio como difícil de definir. Cada uno/a lo siente, lo entiende y lo practica a su manera, pero todos/as coincidimos en lo mucho que nos gusta disfrutar de él.
Teoría Triangular del Amor
Esta teoría fue propuesta por el psicólogo estadounidense Robert Sternberg y en ella se describen los tres elementos que forman el amor: la intimidad, la pasión y el compromiso. Y en función de cómo evolucionan y se combinan estos componentes, nos encontramos con 7 tipos de relaciones amorosas.
Intimidad
La intimidad es el sentimiento de cercanía, de afecto y de unión hacia el otro/a. Este elemento se desarrolla de forma gradual y aunque es en los inicios cuando lo hace de forma más rápida, puede aumentar paulatinamente hasta el infinito y más allá. Por eso, cuanto más dura una relación, más intimidad suele existir.
Pasión
La pasión son las ganas intensas e irrefrenables de unión con la pareja,
promovidas por la excitación mental y física. Este componente es muy fuerte al principio de las relaciones, pero luego decrece y se estabiliza en niveles moderados. Es por ello que al principio de las relaciones existe mucho más deseo que en momentos posteriores.
Compromiso
El compromiso hace referencia a la decisión de querer a una persona, a la voluntad para hacerlo y al esfuerzo por mantener ese vínculo. Este elemento empieza lentamente y se va incrementando de igual manera, muy poquito a poco, hasta que llega un momento en el que se estabiliza.
Tipos de amor
Cariño
Solo hay intimidad; no existe ni pasión ni compromiso a medio o largo plazo. Los miembros de la relación se sienten cercanos/as y se lo pasan bien juntos/as, pero no existen deseos de tener relaciones íntimas o de comprometerse. «Te quiero, pero solo como amigo/a».
Encaprichamiento
Solo hay pasión (sin compromiso ni intimidad). Se trata de ese amor a primera vista, completamente superficial y en el que hay muchísima pasión, pero sin ningún tipo de compromiso ni ningún tipo de intimidad. Es típico de los romances cortos, superficiales y de gran intensidad. Y suele experimentarse al inicio de las relaciones, en las que hay muchas ganas de tener relaciones íntimas pero todavía no hay suficiente intimidad ni compromiso. “Nos lo pasamos estupendamente en la cama pero no te conozco demasiado bien”.
Amor vacío
Solamente hay compromiso (sin pasión ni intimidad). La pareja está junta única y exclusivamente porque existe algún tipo de interés o porque se trata de una relación de conveniencia. “Solo le aguanto por nuestros/as hijos/as”.
Amor romántico
Pasión + intimidad. Es una combinación en la que hay pasión e intimidad, pero sin compromiso. Existe mucha atracción física, mucha conexión emocional, muchas ganas de pasar momentos juntos pero no hay ningún compromiso a largo plazo ni nada que se le parezca. En el amor romántico se idealiza al otro/a, pero con el paso del tiempo o bien acaba todo estrepitosamente o bien se transforma en amor verdadero si aparece el componente del compromiso. “Me encantas, te deseo y tenemos muchísimas cosas en común”.
Amor fatuo
Pasión + compromiso. Hay mucho deseo y ganas de estar juntos/as, pero los miembros de la pareja no tienen prácticamente nada en común y la relación se convierte en un quiero pero no puedo. Hay un compromiso poco profundo, un gran deseo y excitación, pero sin experimentar una verdadera conexión con el otro/a (son el caldo de cultivo de muchas bodas relámpago). “Me gusta estar contigo, me excitas muchísimo, pero no tenemos absolutamente nada en común».
Amor de compañero/a
Intimidad + compromiso. También se conoce con el nombre de amor conyugal, ya que es en lo que se convierten muchas relaciones de larga duración. Se combina un intenso cariño con un fuerte compromiso,
se disfruta de la compañía del otro/a, pero la pasión está ausente. “Nos tenemos mucho cariño y queremos seguir juntos/as, pero apenas tenemos tenemos relaciones sexuales porque no nos atraemos como antes».
Amor pleno
Pasión, intimidad y compromiso. Este es el verdadero AMOR (con mayúsculas) muy difícil de conseguir, pero más aún de mantener.
Combina los tres componentes del amor: la intimidad, la pasión y el compromiso. Para poder disfrutar de él hay que trabajar día a día los anteriores elementos, y nunca darlos por sentado, ya que el amor no perdura por arte de magia.
Bibliografía
- Sternberg, R. J. (2000). El triángulo del amor: intimidad, pasión y compromiso. Paidós Ibérica.
- Sternberg, R. J. (1986). La experiencia del amor. Ediciones Paidós.
- https://repositorio.uade.edu.ar/xmlui/handle/123456789/6575
Psicólogo Lugo
Col. G – 5097
C/ Círculo das Artes 18, entresuelo, Lugo
Teléf. 616766302
No estoy de acuerdo, llevo 8 años divorciado y la soledad cada día que pasa gana más la batalla
Buenos días, Santiago
Tengo pendiente escribir un artículo que trate sobre cómo gestionar los sentimientos de soledad, ojalá ese sea más de tu agrado.