El periparto es el período inmediatamente anterior, durante e inmediatamente después del parto. Sin duda, una etapa de muchos cambios y de gran vulnerabilidad.
Tristeza posparto o Baby blues
Pasar de no ser madre a serlo, o de tener un/a hijo/a a tener dos, de dos a tres y así hasta que el cuerpo aguante, no es siempre un camino de rosas. Cambios hormonales, privación del sueño… Es obvio que el embarazo y el postparto son períodos vitales de una alta exigencia tanto física como emocional y, lógicamente, en esta etapa pueden aparecer alteraciones emocionales.
No se suele hablar de la tristeza, de la mayor sensibilidad o del malestar anímico que muchas mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz experimentan. Pero en torno a un 80% de las mujeres sufren, de un modo leve, síntomas similares a los de un cuadro depresivo: tristeza, labilidad emocional, mayor sensibilidad, etc. Estos altibajos emocionales son completamente normales ya que tanto el cuerpo como la mente necesitan adaptase a la nueva situación (sobre todo las madres primerizas) y en unas pocas semanas suelen desaparecer. Pero mucho ojo, si estos síntomas se presentan de forma intensa o se mantienen durante mucho tiempo, sí puede tratarse de una depresión periparto.
Trastorno depresivo mayor de inicio en el periparto
La depresión periparto se inicia durante el embarazo o dentro de las cuatro semanas siguientes al parto. Los síntomas clínicamente significativos que se presentan son similares a los de una depresión mayor:
- estado de ánimo bajo
- disminución significativa del interés y/o pérdida de placer
- aumento o disminución del apetito
- insomnio o sueño excesivo
- agitación o inhibición psicomotora
- cansancio extremo
- sentimiento de minusvalía o sentimiento de culpa. Por ejemplo: sensación de ser incapaz de cuidar el bebé o de ser inadecuada como madre
- dificultades en la atención o en la toma de decisiones. Por ejemplo: dudas constantes en relación al correcto cuidado del hijo/a
- pensamientos de muerte
- ideación suicida
Prevalencia
La depresión con inicio en el periparto aparece en el 10 al 15% de las mujeres. Aunque todas las mujeres están en riesgo, las que tienen mayor probabilidad de padecerla son las que cumplen alguno/s de los siguientes requisitos:
- Haber padecido algún cuadro depresivo previo.
- Malos resultados obstétricos previos o actuales (aborto espontáneo anterior, lactante con malformación congénita, etc.).
- Antecedentes familiares de trastornos anímicos.
- Falta de apoyo de la pareja o de los miembros de la familia.
- Factores estresantes de la vida diaria (conflictos de pareja, eventos estresantes en el último año, problemas económicos, etc.).
Psicosis puerperal
Se trata de un cuadro psicótico grave que aparece en 1 – 2 casos de cada mil mujeres que acaban de tener un bebé. Son cuadros muy severos que generalmente requieren de un ingreso hospitalario o de una prolongación del ingreso después de dar a luz. Como en otro tipo de psicosis, se pierde el contacto con la realidad y la madre presenta síntomas delirantes, alucinaciones, falsos reconocimientos, gran descontrol emocional y conductual, pensamientos extraños en torno al niño/a que pueden acarrear un riesgo personal, para el bebé o para terceras personas.
Maternidad
De la alegría e ilusión que experimentan las mujeres con la llegada al mundo de un/a hijo/a se habla mucho. Pero de la vulnerabilidad de la madre o futura madre, de su fragilidad emocional y física, de sus miedos e inseguridades, no se hace tanto.
No olvidemos que una mujer en «estado de buena esperanza» puede tocar fondo del mismo modo que lo puede hacer una mamá que acaba de dar a luz.
Bibliografía
Psicólogo Lugo
Janet Díaz