La idea de que la Luna tiene una misteriosa y poderosa influencia sobre nosotros/as está muy extendida. La posición de la Luna cambia cíclicamente y, por tanto, la porción que vemos iluminada (lo que conocemos como fases lunares). ¿Pueden estar variaciones modificar el funcionamiento del cerebro humano? ¿Puede una enorme roca que está a más de trescientos mil kilómetros de distancia influir en nuestro comportamiento?
Sueño
Hay investigaciones que afirman que la calidad y cantidad del sueño sigue un patrón lunar, siendo durante la fase de Luna llena cuando el sueño es peor. En esta fase lunar los sujetos estudiados tardaban más tiempo en dormirse y el sueño profundo duraba menos.
Sin embargo otras investigaciones de amplias muestras no fueron capaces de captar ningún efecto de la Luna sobre el sueño.
Teniendo en cuenta todo esto, podemos descartar que la Luna sea lo que nos quita el sueño.
Suicidio
Está demostrado que la comisión del suicidio sigue ciertos patrones temporales (aparece más en primavera y los lunes). Pero el comportamiento suicida en función de la hora del día o de la fase lunar no está probada. Se han llevado a cabo múltiples estudios en diversos países con amplias muestras de suicidios e intentos de suicidio y ninguno encuentra una relación con las fases lunares. Así que también parece que debemos descartar la creencia colectiva de que los suicidios se producen más a la luz de la Luna.
Convulsiones
En la Antigua Grecia relacionaban las fases lunares con episodios convulsivos. De hecho el término “lunático” apareció por aquel entonces para designar a las personas que tenían patologías con ataques de tipo convulsivo (como la epilepsia). ¿Esta creencia arcaica es cierta?
Algunas investigaciones relativamente recientes sobre la relación entre la fase lunar y los ataques epilépticos arrojan los siguientes resultados:
- En un estudio de 2004 se constató un incremento de personas con ataques epilépticos en la fase de cuarto menguante.
- Otra investigación de 2006 se comprobó que existía un incremento de los ataques en la fase de Luna llena.
- En otro estudio de 2008 los resultados indicaban que en los tres días posteriores a la Luna nueva aumentaban estos episodios.
- Y en un estudio posterior se llegó a la conclusión de que la asociación de los ataques covulsivos no se relacionaban tanto con la fase lunar sino con la luminosidad general de la noche. Comprobaron que el número de ataques epilépticos se incrementaba ligeramente en las noches más oscuras y disminuía ligeramente en las noches más claras. También confirmaron que había un incremento dependiente de la fase lunar de los ataques convulsivos no epilépticos, como pueden ocurrir durante ataques de pánico o desajustes metabólicos (estos ataques tendían a manifestarse más en los periodos de Luna llena).
Como las condiciones lumínicas y la fase lunar inciden en la cantidad de convulsiones epilépticas y no epilépticas respectivamente sigue siendo un misterio. Pero sí parece existir algún tipo de sutil relación entre estas condiciones neurológicas con la fase lunar (de un modo que todavía no se conoce).
Asesinatos, violencia, crímenes…
La creencia de que la Luna influye sobre nuestras más negras facetas está muy arraigada. Pero esta relación responde más a supersticiones, motivos religiosos y/o folclóricos. La Luna aparece de noche, “la noche es oscura y alberga horrores”, la oscuridad conlleva peligros, demonios, fuerzas malvadas y santas compañas.
Y, como no, también se han realizado diversos estudios para comprobar si nuestro satélite influye en nuestra naturaleza más oscura. En ninguno de ellos se encontró relación alguna entre las fases lunares y las admisiones en áreas psiquiátricas, emergencias o servicios de atención telefónica en crisis. Así que ni la Luna nueva, ni la llena, ni la creciente, ni la menguante tiene un influjo sobre nuestro dark side.
Pero sí se ha encontrado relación entre la fase lunar y los crímenes realizados a cielo descubierto. La actividad criminal en el exterior es mayor en función de la luminosidad de la Luna. La explicación es simple: la penumbra de una noche de Luna llena permite ver a los amigos/as de lo ajeno pero a la vez seguir lo suficientemente ocultos/as para no ser descubiertos/as. Siendo la Luna llena una condición que favorece los robos, sobre todo en lugares con escasa luz artificial.
Nada clara relación del comportamiento humano con la Luna
La relación de nuestro comportamiento y funcionamiento cerebral con las fases lunares está ampliamente estudiada. Aunque exista la creencia popular del influjo lunar, la mayoría de las investigaciones realizadas demuestran lo contrario. Como mucho parecen existir sutiles efectos sobre el sueño y sobre las convulsiones. Quizás antaño, cuando no había luz artificial (o no estaba tan extendida) la luz de la Luna era mucho más importante y por tanto influía más en el comportamiento de las personas.
Psicóloga Lugo
Janet Díaz